La monumental entrada al bulevar Unter den Linden, que conducía al antiguo palacio de los reyes de Prusia, símbolo del poder y la grandeza de la capital alemana. La puerta quedó dentro de Berlín Este, pero justo frente a la frontera con el Oeste. De modo que durante décadas, los occidentales sólo podían verla tras el muro, y de hecho, el apelativo de ‘Puerta’ perdió todo su significado y se convirtió en una amarga ironía de la división.
Aquí, Ronald Reagan pronunció uno de los discursos más famosos de la guerra fría, recordado por la frase “Señor Gorbachov, ¡abra esta puerta! ¡derribe este muro!”. Hoy en día, la Puerta de Brandenburgo es el símbolo del Berlín reunificado y aparece en las monedas alemanas de 10, 20 y 50 céntimos.
Checkpoint Charlie
Situado en la céntrica Friedrichstrasse, fue el puesto de control más concurrido entre los sectores oriental y occidental. Actualmente, se ha reconstruido el aspecto original, con una réplica de la caseta de vigilancia y del famoso cartelón que reza “Está usted saliendo del sector americano”.
Museo del Muro
El Mauermuseum recrea la vida cotidiana del Berlín dividido y las tretas que se usaban para cruzar al lado occidental. Desde maletones a globos aerostáticos, todo valía, aunque por desgracia fueron muchos los que murieron en el intento (existía la orden de disparar a los prófugos).
El Museo del Muro me parece una parada imprescindible. La exposición es muy completa, está muy bien documentada, y se exhibe una gran cantidad de documentación, fotografías, posters y artilugios originales usados para la fuga. En definitiva, que no se podía quedar fuera de esta ‘Ruta del Muro’.
Palacio de las Lágrimas de Friedrichstrasse
Dicha estación se encontraba en Berlín Este, pero pertenecía a la red de ferrocarril del Oeste, y durante la época del muro era el único punto autorizado para realizar cruces entre las dos mitades. El nombre de ‘Palacio de las Lágrimas’ se debe a que era el punto donde aquellos afortunados oficialmente autorizados a viajar al Oeste debían despedirse de sus familiares y allegados.
East Side Gallery
Después de casi 20 años, la galería, de 1,3 kilómetros de largo, ha sufrido el deterioro y el vandalismo, aunque este mismo año ha comenzado un proceso de restauración en el que se repintarán muchos de los murales originales.
(Del diariodelviajero.com)
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